Desde que en el siglo XIX aparecieran las exposiciones universales, los stands y los elementos de arquitectura efímera comenzaron a utilizarse como imagen de marcas, empresas, instituciones o ciudades. Tal como comentamos en entradas anteriores, algunas de estas construcciones han trascendido a su época como la Torre Eiffel de París o el Atomium de Bruselas y han sobrevivido hasta nuestros días gracias a su fuerte carga simbólica y representativa, que las convierte en iconos “útiles” para las ciudades que representan.
¿Podría el stand adquirir la trascendencia de elementos de arquitectura efímera como la Torre Eiffel o al Atomium? ¿Podría sobrevivir a su propio destino?
El Pabellón Nacional de Alemania de Mies van der Rohe, construido para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 fue desmontado y vuelto a construir en 1983 debido al reconocimiento de su valor décadas después.
La temporalidad de un proyecto puede quedar también ligada a la variabilidad espacial. El estudio alemán Modulorbeat creó una discoteca móvil llamada Kubik, construida con 144 bidones de plástico reciclados. Ésta ya ha recorrido Berlín, Barcelona, Hamburgo o Melbourne y condensa en un solo espacio, la funcionalidad esencial de un lugar de ocio nocturno capaz de adaptarse a entornos urbanos diversos.
En el vértice opuesto, encontramos casos de extrema temporalidad y sostenibilidad, como el Ice Hotel en la aldea de Jukkasjärvi, en Laponia. Se trata de un complejo hotelero fabricado enteramente en hielo y nieve que ha de ser construido todos los años. Es, además, un ejemplo de perfecta integración en los objetivos de sostenibilidad. El edificio depende de las variables climatológicas y el hecho de que deba ser construido todos los años permite diseñar y planificar nuevos espacios. La primera versión fue un iglú levantado en los años 60.
El diseño y construcción de stands se enfrenta a retos conceptuales y materiales acordes con las nuevas sociedades del siglo XXI:
- Diálogo directo con el entorno y el público.
- Capacidad para eliminar límites a la creatividad.
- Nuevos materiales y sostenibilidad: reciclado y reutilización.
- Espacios precisos para tiempos y lugares concretos.
En Colorkreis hacemos nuestros estos retos para el desarrollo de proyectos de stands en ferias y exposiciones. Todos nuestros proyectos incorporan nuevos conceptos y propuestas arquitectónicas al mismo tiempo que permiten posicionar la marca y obtener un alto rendimiento de la inversión realizada en ferias.
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¿Aceptamos los retos?
Habiendo hecha esta reflexión, nos preguntamos: ¿Cómo podríamos realizar un stand para que trascienda a lo largo de décadas, incluso de siglos?. La respuesta puede estar en los medios de comunicación que utilizamos actualmente. ¿Quién no ha hecho fotos o ha grabado un vídeo en un evento?
