El maravilloso mundo de las ferias comerciales. Todos sabemos qué es una feria comercial por definición, otros muchos por experiencia. Y también que el stand es el gran protagonista (nosotros lo sabemos), sobre “cuyos hombros” recaen tantas responsabilidades: la identidad de la marca, el apoyo y respaldo a las acciones de marketing online y offline que la empresa lleve a cabo, y sobre todo, los resultados en ventas y la fidelización obtenida. Ese famoso ROI (retorno de la inversión) tan difícil de medir.
Nuestra humilde recomendación es tener lo más claros y definidos posibles los objetivos a conseguir, una estrategia. Ya sabemos que lo importante es vender, pero se debe resaltar, según el evento y el momento en que la empresa va a exponer, lo primordial: no es igual hacer un refuerzo de la imagen corporativa, que presentar el lanzamiento de un producto o abrirse al mundo de la exportación. Una vez definida esta clave, hay otros muchos aspectos a tener en cuenta, tanto antes, como durante y a posteriori. Pero a partir de ese primer paso, es momento de que el departamento de marketing trabaje junto un buen profesional, que además de diseñar y construir, conozca el marketing ferial, trabaje todos los aspectos y desarrolle el mejor espacio para su participación.
Ese primer e imprescindible paso, es definir un buen briefing, comunicar a nuestro proveedor toda la información posible, para que forme parte de nuestro proyecto, estableciendo así una relación de confianza. Nuestro stand habrá conseguido optimizar su presupuesto, visibilidad y diferenciación en el certamen, generar experiencias y recuerdo, crear tráfico y los aplausos de todos los visitantes. Además de las sonrisas de su departamento comercial.